30 marzo 2009

La dialéctica del capital en la Crítica de la Economía Política y en la Historia del desarrollo capitalista



En el último cuarto del siglo XX la conciencia de clase proletaria sufrió un grave descalabro con la caída del Muro de Berlín (1989) y el desmembramiento de la URSS (1991), que le produjo gran inseguridad respecto de sus conceptos y certezas previas acerca de qué era el capitalismo, cómo combatirlo y cuál la presencia de la sociedad socialista a construir después de revolucionar a la sociedad burguesa; pero desde mediados de la década de los noventa la conciencia de clase proletaria recuperó vitalidad con la emergencia de movimientos rebeldes de orden nacional pero de amplia significación mundial -como el del EZLN en México o el movimiento de los Sin Tierra en Brasil etcétera- y, aún, con un cada vez más extendido y radicalizado movimiento altermundista que confronta el dominio globalizado del capital industrial y la forma de hegemonía mundial del mismo que ejerce Estados Unidos.

En el curso de estas luchas el pensamiento marxista ve confirmadas sus nociones al tiempo en que cada movimiento social siente la necesidad de darse luces con los conceptos marxistas hace poco despreciados o simplemente olvidados. Habría que usar esos conceptos adecuadamente, pues quizá no lo supimos hacer. Habría que desarrollarlos pues quizá son limitados para comprender el desarrollo mundial del capitalismo. Habría quizá que criticarlos si es que están equivocados; pero para ello no podemos seguir el lema del “pensamiento único” que sugiere el fin de las utopías y de las ideologías e incluye en este fin sin más a la crítica radical de las ideologías y de las utopías que es el socialismo científico elaborado por Karl Marx y Friederich Engels; así que si hay que criticarlos hay que demostrar –y no simplemente decretar– su equivocación y para ello no queda otro camino que conocerlos a cabalidad en lugar de repudiarlos con resentimiento, con horror o con odio. Y bien, la conciencia de clase proletario comunista en especial bajo la forma de marxismo se ha ido recuperando y desarrollando de entonces a la fecha al lado de las luchas de los oprimidos en todo el mundo y, aún, intentando pensar al capitalismo mundial recuperando a Lenin y a Marx para contestar a la ideología de la globalización triunfante. Pero afortunadamente los propios pensadores de izquierda se percatan de la insuficiencia de su contestación y muchos de ellos recuerdan las críticas radicales que en los sesenta y setenta se hicieran desde el marxismo a la teoría del imperialismo de Lenin, así como los múltiples errores que se le atribuyeron atinadamente o no a Marx. Así que con el afán de contestar a preguntas inmediatas por cómo proseguir la lucha y cómo entender lo que nos oprime hoy, los marxistas se ven impelidos a profundizar en la esencia de la teoría de Marx en términos metodológicos y aún lógicos porque sólo así se capta su estructura nuclear, se hace una radiografía que permite captar su corrección o su incoherencia y que habilita a una mejor aplicación de la misma, a su desarrollo y, aún, a la contestación puntual de las preguntas de la política del día.

De tal manera, la pregunta por la dialéctica del concepto de capital busca establecer los parámetros teóricos rigurosos para intentar la crítica de la economía política en el capitalismo contemporáneo. Se atiene a la necesidad de construir una crítica de la economía
política a la altura del mercado mundial intuido por Marx en el Manifiesto del Partido Comunista pero realizado en plenitud –o como mercado mundial en donde en todos los países de la Tierra domina el capital industrial– sólo a fines del siglo XX. Se trata de una pregunta de la más refinada elaboración teórica porque sólo así puede contestarse a las necesidades prácticas del movimiento tanto a nivel local y nacional como mundial.

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